martes, 20 de septiembre de 2011

DIA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2011

Por: Rev. Jorge Humberto Henao - Colombia

Las misiones son y deben ser la razón de ser de la iglesia, ningún programa social, por interesante que sea, ningún proyecto político, por importante que parezca, debe distraer la iglesia de su objetivo principal que es: “ir por todo el mundo y predicar el evangelio a toda criatura” Mar. 16:15.

El mensaje del evangelio es de carácter misionero, pues es enfocado a todos los hombres y hasta lo último de la tierra. Hech. 1:8.

La última orden de Jesús a sus discípulos fue la gran comisión, que consiste en “hacer discípulos en todas las naciones” Mt. 28:19. La iglesia primitiva fue instruida para empezar la predicación en Jerusalén, luego en Samaria, después en Judea y finalmente hasta los confines del planeta. Así lo comprendió la naciente iglesia y en los siguientes 40 años con todas las limitaciones, económicas, sociales y políticas de su época, conquistó millones de almas para Cristo y difundió el mensaje del Señor a casi todo el mundo conocido de entonces.

Con el advenimiento de las grandes persecuciones imperiales y la posterior época del oscurantismo (siglos IV – XVI) la obra misionera prácticamente se extinguió. A principios del siglo XVI, con la Reforma de Lutero, se esperaba un resurgir misionero, más no fue así. Pero Dios revivió el fervor misionero y levanto a Guillermo Carey (1762-1834)considerado el padre de las Misiones Modernas; fue así como el siglo XIX y gran parte del siglo XX vieron lo que Henry Halley (1874-1965, autor del Compendio Manual de la Biblia) llamó: Un gran Movimiento Misionero Mundial. Las iglesias y concilios despertaron su conciencia misionera, crearon agencias de misiones y enviaron hombres y mujeres por muchos países con la antorcha del evangelio, lo que produjo el establecimiento de miles de congregaciones y la salvación de millones de almas en los cinco continentes de la tierra.

A mediados del siglo pasado y ante la partida de muchos de aquellos visionarios misioneros, el interés por las misiones menguo y en su lugar, otros intereses ocuparon su espacio.
Hoy desde los pulpitos es oyen elocuentes discursos y brillantes exposiciones sobre superación personal, desarrollo humano, gestión administrativa, iglecrecimiento, liderazgo de éxito, etc. entre tanto la Obra Misionera, brilla por su ausencia, olvidando que el cristianismo bíblico, no nació en occidente, sino que hizo tránsito desde oriente medio (Jerusalén) pasando por Europa occidental, luego por Estados Unidos, hasta Latinoamérica donde nos alcanzó a nosotros, de la mano y corazón de aquellos que se dejaron usar por el Señor y acatando su llamado, nos entregaron el mensaje de salvación que muchos no quieren repetir.

Son estas las circunstancias en las cuales, Dios usando aquel paladín del evangelio y gran misionero: Luis M. Ortiz, empezó este Movimiento Misionero de proyección mundial del cual formamos parte. Por esta razón ningún miembro de esta obra, desde el líder más antiguo y destacado hasta el último convertido en esta hora, puede permanecer indiferente ante el urgente llamado macedonio de “pasar a… y ayudar” Hech. 16:9 ya que el gemir de las almas que perecen no pueden dejarnos intranquilos en estos últimos instantes de la historia humana.

Oremos, ofrendemos, intercedamos y hagamos lo posible para que podamos llevar este mensaje, hasta lo último de la tierra.
Dios los bendiga.

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